viernes, 4 de octubre de 2013

METAMORFOSIS SOCIAL

A

LOS FANTASMAS DE NEWMAN

Bocetos sobre los que se basó el cuadro"LOS FANTASMAS DE NEWMAN"
Newman percibía la realidad como un continuo en el tiempo sin poder  asimilarla, bombardeo de información por las redes sociales por la televisión y el móvil, ese totem de la actualidad,  caminar por la vida a velocidades estratosféricas, imposible de pararse a pensar, estrés infinito, acoso y derribo a su resistencia, contactos antenísticos como si de hormigas se tratara, moviéndose en un espacio interconectado, Newman preso en su cuadrícula,reducido a ceros y unos, imposible de salirse del sistema, programado  para no parar de interactuar, de volcar información, bit, bit, bit....preso en la red como una mosca en la tela de araña...bit, bit,.........bit,......................bit,.............................................bit,..........................................................bit,.................      


jueves, 3 de octubre de 2013

A PRECIO DE SALDO





A PRECIO DE SALDO.
Destrucción, cosificación de la condición humana degradándola hasta una insignificante pieza de este sistema hipercapitalista. El hombre en función de esta gran maquinaria económica que no para de producir excedentes de capital que lejos de redundar en beneficio de la sociedad, queda acaparado por las élites sociales en beneficio propio. Mercancía barata inserta en estas prácticas de producción que genera sus propias excrecencias, las cuales hay que eliminar por el bien del sistema, detritus del mercado, basura.
Masas de trabajadores mendigando un trabajo para mantener a flote su arrastrada dignidad, ¡Oferta y demanda! que diría aquél que los mira con la indiferencia del que lo tiene todo y mucho más de lo que necesita por los siglos de los siglos amén
La vida no vale nada, ya lo dijo mi amigo Pablo. Menos vale en otras latitudes donde mueren de 200 en 200 (Lampedusa) de donde unos pesqueros salen huyendo del lugar, porque según las leyes italianas pueden ser multados por colaboración con la inmigración ilegal. ¡A donde estamos llegando!, Eso si, el gobierno italiano pide ayuda a Europa con el tema de la inmigración.

 Estos sencillos bocetos fueron un ejercicio informal que nunca hay que abandonar,  un divertimento para pasar el rato ejercitando la mano para que ande suelta y se habitúe al dibujo.
De ellos,el segundo fué por el que me decanté a la hora de iniciar este trabajo, aunque simplemente es una idea que posteriormente, durante la realización del cuadro se va desarroyando con sus propias variaciones temáticas y técnicas.
 Mientras pinto, los títulos van bailando en mi cabeza: "la avaricia rompe el saco", "Mercancía barata" y  reflexiono sobre las condiciones del mercado la-
 boral, sobre el advenimiento de una ola oscura de pérdidas de derechos sociales y mucho más, que han llegado para quedarse. Reflexiono sobre la codicia humana, que nos ha llevado hasta aquí.
Finalmente me quedo con "A precio de saldo" el título que más me convence con lo que va saliendo en el cuadro, aunque en materia de títulos nunca se sabe, hay cuadros que cambian de título según se tengan que adaptar a unas circunstancias u a otras y títulos que bien darían para una docena de cuadros. fin de la cita.

VIENTO CÓSMICO

VIENTO CÓSMICO pertenece a la serie de trabajos sobre el universo con todos sus misterios insondables.


Panorama de actualidad




 Efectivamente, de eso se trata, de jugar y dejarse llevar, de soltar el trazo y dejarle fluir para que la línea de grafito discurra libre por el papel. La línea como primer elemento expresivo del dibujo nos revela su valor como descripción de una forma o un signo.
Así empecé a dibujar los primeros trazos de “Panorama de actualidad”, no sabía lo que me esperaba.
Pintar en formato grande te permite una mayor implicación corporal. Los gestos de la mano no se limitan solo a ella, sino que se extienden por el brazo a todo el cuerpo. Es entonces cuando la descarga anímica que el artista vuelca sobre el cuadro en el transcurso de su realización, busca excitar los sentimientos del espectador, provocarle, herir su sensibilidad si es preciso, agredirle mediante la estética explícita o implícita del cuadro, provocar en definitiva, una reacción en él, aunque sea adversa.
Cierta violencia obscena si se desprende al contemplar la escena del cuadro. Una violación no es ciertamente una visión agradable, pero aquí entra en juego la libertad del artista que no debe la factura de la obra a ningún patrocinador ni encargo, ni tema preconcebido. Es un cuadro libre, hecho para el goce y disfrute (o padecimiento, sufrimiento)de quienes le quieran contemplar
Claro que la agresión y la violencia son elementos tan comunes en nuestra cultura que ya han dejado de ser cuestiones anecdóticas para ser percibidas como objetos del paisaje, del paisanaje sociológico de nuestras sociedades humanas. Estamos tan habituados a ella, la violencia institucionalizada, verbal, intelectual que la hemos introducido en nuestros modos culturales de una forma tan natural que es posible que cuando un artista va a pintar una escena de amor, le salga una violación en toda regla.
Desde esta perspectiva no parece tan dramática la contemplación de la obra en cuestión, teniendo en cuenta, además, la factura informalista de la misma. En ella, monstruo violador y víctima se entremezclan en una lucha de líneas y colores, él  echando exabruptos por la boca y con el miembro enarbolado dispuesto a entrar a matar, - bien discreto para el  dueño que tiene- y la víctima gritando su pánico y su horror ante la situación que se le avecina, a los cuatro vientos, o eso pretende, porque las palabras se le agolpan en la garganta y le salen a borbotones desparramándose en una madeja incomprensible donde no llegan a nadie. Impotencia del violado.
Solo el observador de la escena del cuadro, es partícipe de ese momento congelado en el tiempo, íntimo y cruel, pero su participación es distante, sabe que es una representación pictórica, una alegoría de nuestra realidad más actual, y por eso lo mira desconcertado con una mezcla de expectación y rechazo. Algo incómodo le recorre por dentro cuando finalmente aparta la vista de ella.


PUEDO CON TODO

Pugna por salir de la vorágine de espantos que le asaltan, desde que se levanta hasta que se acuesta, manoteando para intentar sacar la cabeza por fuera de la superficie que le ahoga por momentos, pero puede con todo, con todo lo que le echen, este personaje que debería haberse quedado en el país de "nunca jamás" de donde nunca jamás debiera haber salido. Puedo con todo es una crónica acida de la realidad del presente, al que asistimos perplejos expulsados de nuestra cómoda burbuja eurocéntrica, como Adan y Eva lo fueron del paraiso, despertar de un cuento de hadas al que dotamos de carta de naturaleza. Veíamos el mundo a través de nuestras cómodas pantallas rectangulares, y teníamos programas de ayuda al tercer mundo, al que mirábamos con condescendiente rutina. Este cuadro está pintado al modo de los  expresionistas abstractos americanos, con pinceladas gestuales sin muchas contemplaciones, metiéndote dentro del cuadro hasta las orejas, creando un entramado de color, un campo donde proyectar nuestra imaginacion,donde cada espectador complete el cuadro con su propia visión.
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jueves, 1 de agosto de 2013

La cara del que sabe.

La cara del que todo lo sabe.
La cara del que todo lo sufre.
La cara del que sabe que  están insultando a su inteligencia con solo abrir la boca para explicar lo inexplicable.
La cara del que sabe que el lenguaje y la comunicación hablan de nada, que mientras nos lo cuentan con esa sonrisa y esas locuciones tan técnicas y engoladas,  nos están clavando el puñal más hondo y si acaso lo giran un poco cuando está adentro, bien metidito en las entrañas, para cerciorarse de que está en su sitio, en donde tiene que estar, bien adentro, bien anclado. Y ni te muevas no vaya a ser que le den otro poquito.


La cara del que sabe tiene unas medidas de 150 x 130 cm. y está hecho con acrílicos en dos o tres sesiones a base de pinceladas gestuales que no son nada en principio, que solo corresponden a las emociones que están provocadas por la propia actividad, el trance de no poder parar de manchar con la brocha, de arañar con la espátula hasta formar una extructura mas o menos homogénea, creando un campo donde proyectar las imágenes que deambulan por el inconsciente, viendo literalmente caras donde solo hay manchas y brochazos de colores.
 Allá donde "se ven" esas caras hay que complementar sus rasgos con movimientos de espátula arrastrando y pintando directamente con los tubos de oleo o de acrílico.
Esta metodología empleada para pintar un cuadro no es apropiada para reflejar la realidad, no es un registro del mundo visible con un, digamos, estilo propio, es más bien una experiencia artística total, que corresponde  a un flujo emocional que se retroalimenta con cada nuevo gesto empleado sobre el soporte.

Hablando de soporte, la preparación de éste también es muy importante, pues supone la base donde van a ser aplicados, vertidos, extendidos,  los colores, y va a condicionar totalmente la configuración, y la factura final de la obra, de hecho en la fase de preparado del aparejo ya se puede empezar a mezclar pigmentos en polvo y materiales de carga, incluso color, dando en esos momentos previos las primeras trazas de por donde va a discurrir el plan de trabajo. Lo que quiero decir es que las fases de preparación y pintado tienen sus límites bastante difusos e indefinidos y se entremezclan una con otra en una experiencia única e irrepetible, pues cada cuadro es distinto y con el  dominio de las técnicas no es suficiente pues las más de las veces, es el propio cuadro donde te lleva por donde quiere, sin saber el final que va tener, por eso se sufre también durante su realización.

De vez en cuando es necesario parar para respirar, descansar y mirar detenida y profundamente el resultado hasta ese momento y elaborar nuevas consideraciones y estrategias técnicas y, o formales para seguir trabajando, sufriendo, disfrutando.
El cuadro así considerado no tiene un final definido, siempre se le puede añadir algún gesto más aunque no es conveniente abusar y solo la experiencia te va a indicar cuando parar. Un día tras la sesión anterior lo miras dispuesto a añadirle algo y notas que así está bien, que encierra una armonía propia en la que debe permanecer por mucho tiempo, quizá definitivamente. Ahora, el cuadro, empieza otro devenir en busca  de almas que lo admiren o lo reprochen, de retinas que lo miren profunda o fugazmente. Quizás quede olvidado en algún desván  a la espera de ser rescatado para que vuelva a excitar las miradas de los moetales.

lunes, 29 de abril de 2013

Dibujo al carboncillo de José Hierro.
Sus primeros versos aparecen en distintas publicaciones del frente republicano. Acabada la contienda, padece cuatro años de cárcel, y esta experiencia lo marca indeleblemente. De ahí que, al reaparecer en el panorama lírico de los años cuarenta, con dos libros casi simultáneos, lo haga urgido por un amargo poso autobiográfico que dota a su poesía de una madurez poco frecuente en jóvenes poetas. Se titula el primero Tierra sin nosotros (1947), marbete que nos proporciona las desoladas claves donde arraiga, no ya sólo este libro, sino buena parte de la producción surgida de la guerra: la patria un día habitable aparece en ruinas.
El libro siguiente, Alegría (1947) (Premio Adonáis), continúa la reflexión de Tierra sin nosotros.
Con las piedras, con el viento (1950), es el testimonio de una experiencia amorosa abocada, también, al fracaso.
Con Quinta del 42 (1953) comienza la exploración de la vía solidaria, nunca ajena a Hierro, pero, hasta ahora, sostenida en penumbra; no es, sin embargo, la suya una poesía social al uso, y esta diferencia desencadena, con anticipación de años, los mecanismos superadores de un realismo que por entonces amordazaba a la poesía española.
Antirrealista es, en efecto, Cuanto sé de mí (1957), libro que acentúa la preocupación verbal, reivindica ámbitos imaginativos y se aleja de la historia y del tiempo para acceder a la «sonora gruta del enigma».
Estos elementos culminan en el Libro de las alucinaciones (1964). Marcado por una poderosa veta irracionalista que se canaliza con frecuencia en el versículo, este poemario rompe definitivamente con las categorías espacio-temporales.
En 1974 publicará una nueva edición de Cuanto sé de mí; en 1991, un nuevo libro de poemas titulado Agenda; en 1995 Emblemas neurorradiológicos y a finales de los años 90 Cuaderno de Nueva York, considerada ésta última una obra maestra contemporánea.
Su poesía es poderosamente evocativa y ahonda en una intimidad erosionada por un tiempo implacable. Se percibe la influencia de Gerardo Diego. Se inició con una temática reivindicativa testimonial, la memoria de un niño de la guerra, si bien no es un poeta social al uso; poco a poco fue haciéndose más colectiva y existencial.

José Hierro.

sábado, 16 de febrero de 2013

El asesino anda suelto.


Y no lo encuentro por más que lo busco. No como en los thrillers americanos que le dan vueltas y más vueltas al ovillo, hasta que aparece y... sorpresa, el que menos pensábamos, ¡Ese es!


En esta obra el asesino se esconde tras una maraña de pinceladas, hasta desaparecer por completo, fue la venganza del creador, que como un Dios caprichoso crea su golem y luego lo destruye.
Aquí el objeto pictórico es un pretexto para justíficar el comienzo de una nueva obra, y lo que es más gracioso es que te lo crées, hasta que se te va la mano y aquello se va cubriendo de pinceladas, zonas de color, color manchado, violado por otro en el mismo soporte, allí mismo sin pudor, ¡Con lo inmaculado y puro que era ese azul!...
La luz. Hay pinceladas que te estallan en los ojos y te dejan ciego por un momento, literalmente como cuando te dan un flasazo en plena cara, sobre todo cuando los colores de alrededor acompañan, aunque ellos no lo sepan, es por este tipo de cuestiones que entro en trance y no puedo dejar de cargar el pincel y zás, descargarlo sobre la tela, o lo que queda de ella.
Es como John Coltrane que no ponía límites a sus solos de xaxo y los apuraba según sus necesidades emocionales de ese momento.
Bueno aquí os dejo la pintura (si soy capaz de subirla)
un saludo y espero vuestros comentarios.




jueves, 31 de enero de 2013

Como la arena seca.


Ese cuadro inacabado, a fuerza de mirarlo todos los días de trabajo, a veces de soslayo, le van creciendo ideas como si de una planta se tratara, un crecimiento lento, con sus ramificaciones y todo.
Por fin un día, a estas botas viejas le crecen unas tíbias de esas que andan enterradas por las cunetas de España, y el cuadro inacabado que en su día fue, termina su camino; pero todavía tiene fuerzas y germina una poesía como esta:



Tristes legados de los antepasados
 de las cunetas
De las cunetas perdidas en la memoria 
de alguna vieja
De alguna vieja herida que ya no sangra 
porque está seca
Seca como la arena que se entremezcla 
con tu osamenta.