domingo, 14 de septiembre de 2014

PRINCIPIO Y FINAL

Este cuadro figurativo hecho sobre la marcha, intentando reproducir fielmente la fotografía de donde lo copié, no deja de ser un ejercicio de aprendizaje, situación esta, (ejercicio y aprendizaje) en la que espero seguir encontrandome mientras desarrolle  esta actividad, la pintura.
 Porque, es ese afán de descubrir lo nuevo, de investigar caminos únicos, guiado por el impulso y la espontaneidad del momento, lo que da autenticidad al trabajo realizado. 

Aunque la figuración puede resultar rígida, porque hay que ceñirse a unas leyes  y a unas técnicas que requieren mucha práctica, mucho ensayo y error y para las cuales es preciso tener ciertas cualidades naturales, también  produce placer, porque, como está casi todo por aprender, siempre  se pueden descubrir matices nuevos como la relacción de sombra, luz y color, que da credibilidad a los volúmenes, la composición que puede arruinar el cuadro si no se tiene cuidado a la hora de plantearla, una visión de conjunto donde los elementos estén armónicamente dispuestos para así captar la atención del futuro admirador-mirador.

Con la práctica de la pintura, con la ejecución de cada obra, se van aprendiendo las técnicas, se va definiendo la personalidad artística, encontrandose mas agusto con ciertos procedimientos y ciertos estilismos, donde la rigidez desaparece para dar soltura a la mano y al cuerpo entero y donde los cánones preestablecidos van dejando de tener peso en la forma de trabajar, actuando con mas libertad en la ejecución, soltando las pulsiones y las emociones que son las que más tarde se van a sugerir en el contemplador de la obra.






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